Frutos secos para bebés y niños, ¿sí o no?

El debate está servido. Frutos secos para bebés y niños, ¿sí o no? Siguiendo las indicaciones de los pediatras, no es recomendable introducir frutos secos en la alimentación de los peques hasta los 3 años.  El motivo es lo bastante contundente como para no jugársela: riesgo de atragantamiento.

Los frutos secos y las semillas suponen un peligro de atragantamiento real. Esto se debe, principalmente, a que son duros y no se deshacen cuando entran en contacto con la humedad de las vías respiratorias. Existe, además, un riesgo aún mayor y es que estos se hinchen. Si los frutos secos se hinchan pueden llegar a taponar el pulmón y provocar la asfixia.

¿Por qué a partir de los 3 años?

Aunque lo habitual es que a partir del año los niños empiecen a masticar, no es hasta los 4-5 cuando saben hacerlo correctamente. Por tanto, no deberían comer frutos secos enteros antes de dicha edad. Matizamos y hacemos especial hincapié en el hecho de que sean enteros. Los niños más pequeños sí que pueden probar tanto los frutos secos como las semillas. Eso sí, siempre que NO estén enteros. Por ejemplo, estos se pueden introducir en su alimentación molidos.

En la alimentación infantil es muy común encontrar frutos secos y semillas. Son alimentos muy nutritivos, ricos en proteínas, vitaminas y minerales, que favorecen el correcto desarrollo del bebé.

Frutos secos y alergias

Los frutos secos para bebés y niños también pueden producir alergias. Para prevenirlas, lo mejor es introducir estos alimentos en la dieta del bebé lo antes posible en cuanto hayan cumplido los 6 meses. Está comprobado que el riesgo de alergia disminuye cuando esta introducción se hace de forma temprana. Para ello, recomendamos añadir una cucharadita de almendras o nueces molidas en su papilla o yogur. Más adelante, otra opción es espolvorear una cucharada de cualquier fruto seco molido en su comida, ya sea verdura, arroz, pasta…

Es importante saber que si el niño ha desarrollado alergia al huevo, antes de introducir en su alimentación frutos secos, hay que consultarlo con el pediatra y seguir siempre sus recomendaciones.