Cómo saber la caducidad según el tipo de cosmético
¿Tienes cosméticos en casa que hace tiempo que no usas? ¿Dudas si aplicártelos por temor a que ya hayan perdido sus propiedades? La verdad es que la caducidad de cada tipo de cosmético es una de las preguntas que todos nos hacemos al abrir el neceser o el armario del baño. Te explicamos las claves a tener en cuenta para saber si todavía puedes usar tus productos de belleza ya empezados.
Tabla de Contenidos
¿Por qué mirar la caducidad?
Aunque la mayoría de veces no nos fijamos cuando compramos un cosmético, el envase de estos tratamientos especifica, en la mayoría de ocasiones, el período adecuado de su consumo una vez los abrimos. Realmente se trata de una franja de tiempo amplio, pero hay que tenerlo en cuenta para que podamos aprovechar sus propiedades.
Además, no hay que olvidar que usar un cosmético caducado puede provocarnos consecuencias negativas, como una reacción alérgica o la aparición de una dermatitis.
¿Qué es el período después de apertura?
La Unión Europea (UE) establece que todos los cosméticos deben llevar en su envase la fecha de caducidad. Esto se especifica con un dibujo de un tarro abierto y el número de meses en que puede usarse al lado. Este etiquetado se conoce como PAO (Periodo Después de la Apertura).
El motivo de establecimiento de este período de caducidad del cosmético una vez abierto es que, con el paso del tiempo, los agentes externos pueden afectar su fórmula e, incluso, provocar una degradación físico-química.
Además, es importante señalar que este período varia en función de la fórmula del cosmético, de su packaging e, incluso, de donde se va a aplicar. También puedes encontrarte con productos que no tengan marcado el PAO, debido a que no contienen agua. Por lo tanto, no corren peligro de que los microorganismos puedan corromperlos. Los lápices de labios y los esmaltes de uñas son un buen ejemplo de estos casos. La misma situación ocurre con los cosméticos que contienen alcohol o un pH extremo.
¿Qué duración tienen los cosméticos?
En función de los distintos cosméticos, podemos establecer los siguientes PAO o períodos de duración de los productos ya abiertos:
Fotoprotectores solares: de 6 a 24 meses
Cremas, desmaquillantes, máscaras, tratamientos y cosméticos para ojos y su contorno: entre 6 y 12 meses
Tónicos faciales, desodorantes, maquillajes, productos para el cuidado de la piel: 12 meses
Higiene infantil: entre 3 y 12 meses
Limpieza corporal: entre 12 y 18 meses
Coloretes en crema: de 18 a 24 meses
Correctores, maquillajes y coloretes en polvo: 24 meses
¿Cómo conservar los cosméticos?
Para asegurar la mejor conservación posible de los cosméticos, además de tener en cuenta su posible caducidad, es recomendable que los guardemos en un lugar fresco, seco y alejado de la luz. De esta manera, sus propiedades permanecen inalteradas.
Igualmente, es importante lavarnos las manos antes y después de aplicar los cosméticos que aplicamos con los dedos, para evitar contaminaciones de microorganismos.
También el PAO puede variar en función del tipo de packaging utilizado, del tipo de fórmula cosmética, de su composición, de si posee o no conservantes, de si es un producto para pieles sensibles como la de los bebés o los niños, o de la zona del cuerpo donde se va a aplicar el producto.
No es lo mismo un producto para el cuidado del contorno de los ojos, normalmente con un PAO de 6 meses, que otro para el cuidado del resto del cuerpo, que normalmente será de 12 meses.
Tampoco es lo mismo un producto destinado a bebés, normalmente con un PAO de 6 meses, que uno para adultos.
Cada tipo de producto cosmético tiene una caducidad.
Por supuesto, y como os venimos diciendo en Naturarla, lo mejor a la hora de tirar esta clase de producto es depositarlo en el contenedor correspondiente: el verde si se trata de vidrios y el amarillo si se trata de plásticos.
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