Causas de la fiebre en adultos
Si un niño tiene un poco de fiebre, nos preocupamos de manera instantánea y empezamos a buscar el origen de este trastorno físico. Es igual de importante que busquemos las causas de la fiebre en adultos, ya que es un indicativo de la existencia de algún problema de salud.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es una respuesta del organismo ante cualquier enfermedad, que causa con un aumento de la temperatura del cuerpo por encima 37.2ºC o 37.5º , durante un periodo de tiempo determinado.
Síntomas asociados a la fiebre
En la mayoría de ocasiones, la fiebre no se presenta sola. Va acompañada de otros síntomas que pueden hacernos pensar en la existencia de una patología subyacente. Los escalofríos, la sudoración excesiva por la noche, la rigidez de los músculos y las oscilaciones de temperatura con picos por las mañanas completan un cuadro de fiebre.
Las causas de la fiebre en adultos
Tanto en adultos como en niños, la fiebre es un recurso del cuerpo para combatir una infección interna. Esta infección se puede producir por cualquier tipo de virus o bacteria. Por lo que la lista de causas de la fiebre en adultos puede ser realmente larga.
Asimismo, hay que tener en cuenta otros motivos para la aparición de fiebre, que por ser menos habituales en muchos casos pueden llegar a pasar desapercibidos. Así, los procesos inflamatorios como la artritis o el síndrome de abstinencia de una persona adicta son también causa de un aumento de temperatura corporal.
Finalmente, hay que tener en cuenta la existencia de la fiebre de origen desconocido, que supera los 38.3 ºC y que puede prolongarse durante semanas.
La medición de la fiebre
El control de la fiebre debe llevarse a cabo por la mañana, a primera hora de la tarde y antes de que el enfermo se acueste. El uso de termómetros digitales asegura la fiabilidad de estas mediciones. En el caso de los adultos, lo más habitual es tomar la temperatura axilar, mientras que para los bebés y los niños existen diferentes opciones dentro de los termómetros infantiles.
Seguir con precisión este esquema de mediciones y anotarlas para ver la evolución es imprescindible para que podamos ser conscientes realmente de la importancia de la fiebre que padecemos.
Controlar la fiebre
Tomar regularmente un ibuprofeno o un paracetamol es una buena opción para conseguir disminuir la fiebre, aunque pueden ser necesarios los antibióticos si su causa es un proceso de origen infeccioso.
Asimismo, podemos recurrir a algunos trucos para controlar la temperatura corporal sin necesidad de tomar ningún otro medicamento. Llenar la bañera con agua tibia y sumergirse durante unos minutos o colocar compresas de hielo en la frente son dos de los remedios más efectivos
Fiebre peligrosa
Si detectamos que la temperatura corporal ha subido a 40ºC o más, es imprescindible que acudamos a un centro médico de urgencias de inmediato. Además, también puede considerarse que la fiebre es peligrosa cuando aparecen otros síntomas como la sensación de ahogo, constantes vitales alteradas, una disminución del nivel de consciencia y sangrados, de manera independiente a la temperatura alcanzada.
Igualmente, es imprescindible la consulta con el médico cuando la fiebre se repite diariamente durante semanas.
Fiebre en ancianos
La fiebre en las personas mayores tiene una repercusión muy negativa sobre el estado general de su organismo. Hay que tener en cuenta que a ciertas edades es habitual padecer problemas cardiovasculares y respiratorios, entre otras patologías. La fiebre puede causar un agravamiento de todas estas circunstancias. Por lo tanto, es importante que reciban un tratamiento sanitario completo, ya sea ambulatorio o incluso por ingreso hospitalario.
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