Diferencias entre un herpes labial y un afta bucal
¿Te ha salido una lesión en la boca? ¿Es un herpes labial o un afta bucal? La verdad es que se trata de dos dolencias con características en común pero,a la vez, son dos patologías muy diferentes. Es importante que conozcamos en qué consiste cada una de ellas, para saber cómo tratarlas en cada caso.
Tabla de Contenidos
¿Qué es un afta bucal?
Un afta bucal es la úlcera que puede salir en cualquier lugar de la cavidad oral. La puedes distinguir por su forma ovalada, su color blanquecino y la ausencia de pus. Todos acabamos teniendo alguna vez un afta, pero es importante señalar que en muchos casos puede convertirse en un problema recurrente, especialmente durante la juventud.
Se trata de una lesión benigna por completo, pero extremadamente molesta. De hecho, puede representar un problema importante para hablar, comer o besar. Eso sí, no son contagiosas.
Entre la lista de causas de un afta bucal, hay que señalar:
• Mordidas accidentales y otros traumas
• Estrés
• Falta de sueño
• Carencia de ciertas vitaminas, como la B12
• Tabaquismo
• Reflujo gastroesofágico
• Trastornos hormonales
• Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios
Un afta que no esté en contacto directo con los dientes o con alimentos puede curarse rápidamente en un período de tiempo de entre 1 y 2 semanas. En los casos de aftas más grandes y profundas, este proceso puede durar hasta 6 semanas.
¿Cómo tratar las aftas bucales?
No existe un tratamiento médico especialmente formulado para el tratamiento de las aftas, pero sí que pueden aplicarse productos para acelerar el proceso de cicatrización.
Los remedios tradicionales como enjuagarse con bicarbonato de sodio diluido en agua, o aplicar agua oxigenada también diluida directamente sobre el afta son buenas opciones para mitigar los síntomas.
El herpes labial
El herpes labial, que todos conocemos popularmente como una ‘calentura’, es una infección provocada por el virus del herpes simple y que se presenta en los labios, boca o encías.
Al ser causado por un virus, este herpes es contagioso. Por lo tanto, es indispensable tomar medidas de prevención para evitar cualquier tipo de contacto directo o, incluso, indirecto. Tocar una lesión de herpes abierta o algún objeto que se haya relacionado con ella es suficiente para el contagio.
Esta patología se caracteriza por sus ampollas dolorosas y con fluidos, que pueden aparecer en la nariz, la barbilla y alrededor de la boca y en su interior.
Hay que tener en cuenta que este virus se contrae habitualmente en la infancia, y no se desarrolla hasta que aparece un factor desencadenante.
Entre los elementos que pueden reactivar el virus del herpes, destacan los resfriados, la exposición solar, el cansancio, el estrés, los cambios hormonales, el clima o la menstruación.
Los principales síntomas del herpes son:
• fiebre
• pérdida del apetito
• dolor de garganta
• gingivitis en niños
• faringitis en adultos
Además, hay que reseñar las 5 fases por las que pasa la evolución de un herpes:
• hormigueo
• aparición de ampollas
• ulceración
• formación de la costra
• cicatrización
No hay medicamentos para curar con efectividad el herpes labial, pero sí que se pueden usar ciertos productos para favorecer su curación y evitar complicaciones. Antivirales como aciclovir, valaciclovir o famciclovir administrados en los tres primeros días de infección ayudan a tratar eficazmente los síntomas de esta patología. En posibles reactivaciones se pueden aplicar pomadas anestésicas. También se comercializan eficaces apósitos para tratar las calenturas y mantener la sensación de confort hasta la total desaparición del virus que provoca el herpes.
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