Flora vaginal
La mayoría de las mujeres que padecen alguna infección vaginal desconocen el origen de la flora vaginal. Y tú… ¿Prestas atención al cuidado específico de la zona íntima para evitar los molestos picores e irritaciones?
¿Qué es la flora vaginal?
La flora vaginal es el conjunto de bacterias que viven de forma natural en la zona íntima femenina, que tienen una función protectora, ya que producen ácido láctico y otras sustancias, que mantienen el pH vaginal ácido inhibiendo la proliferación de microorganismos patógenos.
Cuando existe un desequilibrio de la flora vaginal, por ejemplo, por el uso de anticonceptivos, tratamientos con antibióticos o antifúngicos, espermicidas, una higiene íntima excesiva, ropa demasiado ajustada, el estrés o desajustes hormonales, aparecen molestias e irritaciones.
la consecuencia principal es el desarrollo de otros microorganismos patógenos (como las bacterias Prevotella bivia y Gardnerella vaginalis y el hongo Cándida albicans) en la zona íntima que pueden dar lugar a infecciones como vaginosis bacterianas y vaginitis candidiásicas.
¿Cómo cuidarla?
Existen algunas recomendaciones para mantener el equilibrio de la flora bacteriana vaginal.
Podríamos empezar a hablar de adoptar una serie de buenos hábitos para proteger esta zona de nuestro cuerpo:
- –Usar ropa interior de algodón, evitar productos como el suavizante en prendas como las braguitas y procurar que las prendas en contacto con la vulva no sean excesivamente ajustadas.
- -También es aconsejable tener una buena higiene de las manos, evitar el uso de esponjas o manoplas en la zona y cambiar las toallas regularmente.
No obstante, muchas de estas infecciones de las que te hablábamos son causadas por una higiene excesiva e incorrecta de la zona.
Y aquí es importante tener en cuenta algunos datos sobre el PH.
En esta zona de nuestro cuerpo suele estar entre 3,8 y 4,5, por lo que es más ácido que el de la piel, que está en 5,5.
Muchos de los jabones y geles de ducha más respetuosos con la piel son menos ácidos que lo que la vagina necesita y pueden alterar el equilibrio entre los microorganismos de la flora vaginal.
Por eso, para la cuidado de toda la zona genital se recomienda el uso de productos específicos que no alteren el pH de la zona.
Y también el secado es importante para que no queden restos de humedad.
Los síntomas más habituales de que algo va mal son escozor, picor, irritación o ardor al orinar.
Si aparece una secreción blanca o grisácea que desprende un olor fuerte, especialmente después del sexo, podríamos hablar de vaginosis bacteriana.
Si percibes un flujo viscoso y blanquecino que no huele mal, entonces tu problema es la candidiasis vaginal.
En ambos casos es muy importante tratar estas patologías, pues podrían facilitar el contagio de numerosas enfermedades de transmisión sexual y, en las mujeres embarazadas, podrían causar un parto prematuro.
Y una último consejo es que mientras dure la infección no se recomienda usar tampones ni espermicidas y es aconsejable abstenerse de mantener relaciones sexuales.