Diabetes gestacional: qué es, pruebas y diagnóstico
Todo embarazo supone una revolución en el cuerpo de la mujer. Además de los cambios físicos que son evidentes, en el interior también se producen. Algunos embellecen la piel y otros pueden provocarte problemas, como es el caso de la diabetes gestacional.
¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es la que se diagnostica durante la gestación por primera vez. Consiste en la presencia de altos niveles de azúcares en sangre durante esta etapa de la vida, es decir, se produce una hiperglucemia.
Para que puedas comprenderlo mejor, has de saber que la diferencia entre la diabetes tradicional y esta es precisamente el embarazo. Es durante esta etapa que la glucosa se acumula en la sangre porque el cuerpo de la mujer embarazada no fabrica la insulina suficiente.
Este trastorno no es grave, aunque, si no se controla de manera adecuada,, puede provocar ciertas complicaciones en el embarazo. Por regla general, el tratamiento consiste en efectuar ejercicio de forma regular y llevar una dieta saludable. Sin embargo, en ciertas ocasiones, la futura mamá tendrá que someterse a un tratamiento con insulina.
Síntomas de la diabetes gestacional
No suele producir síntomas evidentes y sus efectos normalmente son leves. Es muy común el aumento de las ganas de orinar y de beber agua. Y es que el azúcar se expulsa por la orina, así que una hiperglucemia implica mucha orina para poder eliminarla. Esto, a su vez, genera más sed.
Entre estos síntomas leves, también vas a encontrar fatiga, visión borrosa o náuseas y vómitos. En el raro caso de que haya complicaciones, se pueden producir problemas más importantes como infecciones en el tracto urinario y alteraciones nerviosas o neuropatías.
Causas de la diabetes gestacional
El páncreas es el órgano responsable de fabricar insulina, y esta es la encargada de transformar el azúcar procedente de los alimentos en energía.
Durante el período de gestación, la placenta va a liberar una serie de hormonas que bloquearán la acción de la insulina, lo que provocará resistencia. Por este motivo, una mujer embarazada precisa de hasta tres veces más cantidad de insulina.
La diabetes gestacional se produce si el páncreas no puede generar toda la insulina que se precisa en este período. Ya que, sin ella, la glucosa no puede transformarse en energía en el interior de las células y esto hará que la glucosa se acumule. Como consecuencia de esta acumulación, se tendrán altos niveles de glucemia, es decir, una hiperglucemia.
Por su parte, existen distintos factores de riesgo. Presta atención a qué puede facilitar que se desarrolle diabetes gestacional:
- Tener una elevada presión arterial y más de 35 años.
- Obesidad.
- Registrar un excesivo aumento de peso durante el embarazo.
- Antecedentes familiares de primer grado de diabetes tipo II.
- Antecedentes de abortos de repetición.
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Otros embarazos en los que se haya sufrido malformación fetal, partos macrosómicos (con un peso de más de 4 kilogramos) o diabetes gestacional.
Pruebas de la diabetes gestacional
Entre las semanas 24 y 28 del embarazo, se lleva a cabo el test de O’Sullivan. No sirve para diagnosticar, pero es válido para descartar la enfermedad.
Consiste en una analítica de sangre seguida de la toma de un jarabe con 50 gramos de glucosa. Posteriormente, se realiza otra prueba sanguínea, al cabo de una hora. Si los valores dan 140 miligramos por decilitro o más, serán necesarios tests más específicos, como el de la tolerancia a la glucosa.
Para ejecutarlo de nuevo hay que extraer sangre en ayunas y tomar un jarabe con 100 gramos de glucosa. Luego, se tomará una muestra de sangre cada hora durante las tres posteriores a su ingesta. Si el nivel de azúcar en sangre supera los 198 miligramos por decilitro en la primera carga, podemos hablar de sufrir esta condición.
¿Cuáles son los valores normales de una persona con diabetes gestacional?
En la primera visita prenatal con el médico es necesario realizar a la futura madre los análisis pertinentes para descartar la presencia de diabetes. En estos análisis se determina el nivel de glucosa basal.
Con ellos, se puede diferenciar si la mujer puede tener una diabetes previa al embarazo o si se padece este tipo. Así, en el primer trimestre de gestación, se considera que la diabetes no está relacionada con el embarazo.
En las mujeres gestantes que no tienen un diagnóstico previo de diabetes hay que realizar una búsqueda de esta entre las semanas 24 y 28. Es importante tener presente que el umbral de glucosa asociado a efectos adversos en la mujer es inferior que en una que no está embarazada.
La búsqueda de esta enfermedad se puede realizar con las dos estrategias mencionadas anteriormente. Asimismo, los valores normales que se recomiendan en una persona que la padecen son:
- Antes de las comidas, cuando vayas a dormir y durante la noche: 95 miligramos por decilitro.
- Una hora después de comer el valor debe ser de 140 miligramos por decilitro o menos.
- Transcurridas dos horas después de comer, los valores deben ser de 120 miligramos por decilitro o menos.
Esta es una media, por lo que si preguntas a tu médico te podrá indicar si estos parámetros se corresponden contigo o no.
Por otro lado, muchos de los casos son los de mujeres que ya tenían diabetes antes de quedarse embarazadas. Por eso, también se recomienda seguir ejecutando alguna prueba de detección de diabetes entre 6 y 12 semanas tras dar a luz.
Lo adecuado sería realizar un test de sobrecarga oral de glucosa o una glucemia basal.
Tratamiento de la diabetes gestacional
El tratamiento a seguir es el mismo que para otro tipo de diabetes. Este se limita al autocontrol del nivel de glucosa, una dieta saludable y practicar deporte para embarazadas, si es posible. En caso de que estas medidas no fueran suficientes para controlar el azúcar, habría que recurrir a la toma regular de insulina.
En cualquier caso, no debes alarmarte. En sí, afecta a un número reducido de mujeres y, generalmente, suele ser un trastorno leve y que el sistema sanitario mantiene muy controlado.
Alimentación y dieta
La alimentación con una dieta específica es suficiente para controlar los niveles de azúcar en casos leves. Esto hace referencia a situaciones en las que solo se alteran uno o dos valores de la curva de azúcar.
Toma nota de estas recomendaciones sobre la alimentación en mujeres que padecen esta circunstancia durante el embarazo:
- Evita el ayuno y reparte las comidas a lo largo del día. Conviene realizar unas 6 comidas, es decir, la futura mamá debería comer cada 3 horas, aproximadamente. Además, hay que evitar que transcurran más de 8 horas entre la cena y el desayuno.
- La alimentación debe estar basada en alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y legumbres. Se recomienda no exceder las cantidades recomendadas y tener un consumo moderado.
- Evitar los productos con alto índice glucémico y la bollería industrial. Así, es mejor evitar la miel, el chocolate, las golosinas y los refrescos, entre otros.
- Reduce el consumo de sal.
- Si necesitas edulcorantes, es mejor apostar por el aspartamo y evitar la sacarina.
- Es preferible cocinar los alimentos a la plancha, al horno y al vapor y evitar rebozados y frituras.
- Controla el consumo de hidratos de carbono.
Con este tipo de consejos, lo que se pretende es que los niveles de glucosa estén equilibrados durante todo el día. Del mismo modo, conviene que la mujer reciba el aporte calórico necesario, el cual corresponde a 30-40 kilocalorías por cada kilogramo de peso y día. Así, ganará el peso necesario durante esta etapa.
Por otro lado, se recomienda realizar ejercicio moderado, pues ayudará a procesar la glucosa y que esta permanezca en niveles adecuados. Por ejemplo, salir a caminar a diario es una buena forma de conseguirlo, a no ser que tu médico te indique lo contrario.
Riesgos de la diabetes gestacional
Se suele dar cuando el bebé ya está formado, es decir, en la última etapa del embarazo. Por tanto, si se controla bien, no tienen por qué producirse graves consecuencias. No obstante, la falta de control de la diabetes sí que puede ser peligrosa tanto para el bebé como para la futura madre.
¿Cuáles son los riesgos para la madre?
- Desprendimiento de la placenta.
- Hipertensión arterial y preeclampsia.
- Parto prematuro.
- Parto por cesárea.
- Mayor incidencia de diabetes en los años siguientes.
- Mayor probabilidad de padecer diabetes gestacional en un futuro embarazo.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé?
- Nacimiento prematuro.
- Alto peso al nacer o macrosomía. Esto se puede producir si la glucosa de la madre pasa al bebé a través de la placenta.
- Síndrome de dificultad respiratoria.
- Hipoglucemia o bajos niveles de azúcar en sangre.
- Ictericia.
- Mayor probabilidad de sufrir obesidad y diabetes tipo II en la edad adulta.
No obstante, estas complicaciones de la diabetes gestacional se pueden evitar con un diagnóstico a tiempo y si se siguen todas las indicaciones de los médicos. En Atida | Mifarma te ofrecemos un espacio donde cuidarte y obtener el mayor bienestar. Sigue nuestras redes sociales para estar al tanto de más información sobre salud y belleza.