Colitis ulcerosa
Es posible que, tras atravesar una o varias épocas de mucho estrés, tu cuerpo diga basta. Si expulsas sangre por el recto, tienes fiebre, dolor abdominal y pierdes peso, tal vez tengas colitis ulcerosa. Hoy vamos a explicarte qué es y cómo puedes mejorarla. ¡No te lo pierdas!
Qué es la colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es una alteración intestinal inflamatoria que causa que en el tracto digestivo aparezcan llagas. Afecta al revestimiento interno del intestino grueso y también del recto, pero es tratable, aunque no se puede decir que la colitis ulcerosa tiene cura.
Se origina cuando tu sistema inmunitario ataca al intestino por error. Puede ser debilitante y llegar a poner en riesgo la vida. Aun así, la sintomatología asociada no se da de repente, sino que aparece con el paso del tiempo.
Aunque la colitis ulcerosa es grave, con tratamiento se reducen de manera significativa sus signos y síntomas. De hecho, puede contribuir a una remisión prolongada.
Origen y causas
Pese a que se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, hace un tiempo se achacaba al estrés y a la alimentación. En cambio, en la actualidad los médicos saben que estas no son exactamente las causas, pero sí pueden ser agravantes.
Por otro lado, una respuesta inmunitaria anormal sí que puede provocarla. Asimismo, también se han de tener en cuenta factores hereditarios, aunque muchas de las personas que padecen esta enfermedad no tienen antecedentes familiares.
Así, podemos decir que las causas más habituales son:
- Enfermedades crónicas.
- Infecciones.
- Reacciones alérgicas.
- Pérdida de suministro de sangre.
¿Cómo se diagnostica la colitis?
Las exploraciones físicas por parte de los especialistas ayudan a esclarecer y determinar el origen de los síntomas de los pacientes. Los médicos realizarán diferentes pruebas, como medir la presión arterial y controlar la temperatura, para asegurarse de si padeces o no fiebre.
Del mismo modo, se realiza un examen del abdomen para valorar su sensibilidad y, con ayuda de un estetoscopio, se presta atención a los ruidos intestinales.
A todo esto, debemos sumar un análisis sanguíneo para medir los niveles de hematocrito y poder detectar si existe o no anemia. Asimismo, se pueden recoger muestras de heces para descartar infecciones parasitarias o bacterianas como desencadenante de la colitis. En ellas también se apreciará la presencia o no de sangre.
Factores de riesgo
Esta enfermedad no tiene discriminación por género, es decir, afecta por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, algunos de los factores de riesgo son:
- Raza y origen étnico. Las personas de raza blanca tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Además, este riesgo puede aumentar en personas con ascendencia judía askenazí.
- Edad. Este tipo de enfermedad suele presentarse antes de cumplir los 30 años, aunque puede aparecer en cualquier momento. De hecho, algunas personas la desarrollan a partir de los 60.
¿Puede haber complicaciones de esta enfermedad?
Una vez que sabemos más sobre la colitis ulcerosa y qué es, también es conveniente hablar sobre sus posibles complicaciones. Las más relevantes son:
- Osteoporosis.
- Deshidratación severa.
- Colon perforado.
- Sangrado intenso.
- Aumento del riesgo de formación de coágulos en las venas y arterias y de padecer cáncer de colon.
- Hinchazón rápida del colon.
- Inflamación en la piel, ojos y articulaciones.
Cuáles son sus principales síntomas
Por regla general, esta enfermedad no produce síntomas durante la mayor parte del tiempo y es posible llevar una vida normal aun padeciéndola. No obstante, cada cierto tiempo pueden aparecer brotes de colitis ulcerosa y síntomas agudos. Algunos de los habituales son:
- Hinchazón y dolor en la zona abdominal. La intensidad y el alcance de la inflamación no son iguales en todos los casos. De la misma manera, el paciente puede experimentar acumulación de gases y calambres.
- Anemia. Las hemorragias internas provocan una pérdida de sangre importante en el organismo.
- Diarrea. La inflamación del tracto intestinal dificulta la defecación. Además, las heces pueden presentar a menudo esputo rectal o sangre.
- Hemorragias rectales. La rectorragia es consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos de la mucosa del intestino.
- Debilidad, cansancio o fatiga. Debido a la cantidad de sangre que se pierde, se pueden producir estos efectos secundarios.
- Fiebre alta.
- Pérdida de peso.
- Tenesmo. Si se tienen ganas de ir al baño justo después de haberlo hecho, esto puede significar que hay una proctitis o inflamación del recto.
- En los niños puede haber retraso en el crecimiento.
- Incapacidad para defecar, a pesar de la urgencia.
Tipos de colitis
La colitis ulcerosa y sus síntomas van a determinar los tipos que existen. Así, podemos diferenciar:
- Colitis isquémica. Se produce cuando se restringe el flujo de sangre en el colon.
- Colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Estos dos tipos los podemos clasificar dentro de la enfermedad inflamatoria intestinal. La colitis se da cuando el sistema inmunitario tiene una reacción exagerada frente a las bacterias del tracto digestivo.
- Colitis pseudomembranosa. Se produce por la reproducción exagerada de Clostridium difficile. Esta bacteria forma parte de la microbiota intestinal, por lo que no suele provocar ningún problema. Sí puede suponerlo debido al consumo de antibióticos.
¿Es necesario hacer dieta si tengo colitis ulcerosa?
La dieta en colitis ulcerosa debe basarse en alimentos con poca fibra y muchas proteínas, especialmente si estás en una fase activa. Es fundamental que los alimentos que ingieras te aporten energía y proteínas, dejando los mínimos residuos posibles, y que tengan una máxima absorción.
¿Por qué? Las personas con esta enfermedad deben evitar que el colon trabaje en exceso, así se reduce la necesidad de ir al baño. No obstante, una vez que no estás en pleno brote o fase activa de colitis ulcerosa tu dieta no estará condicionada. Es decir, podrás comer de todo.
Por otro lado, la alimentación es importante porque, además de reducir tus síntomas y la inflamación, también es la responsable de incorporar probióticos. Estos son unos microorganismos vivos que contribuyen al equilibrio de la flora intestinal.
Las personas que tienen enfermedades inflamatorias intestinales pueden padecer malnutrición. Y en estos casos es necesario consumir suplementos alimenticios como la vitamina B12, la vitamina D o calcio si se toman corticoides y hierro.
Por regla general, el objetivo de los médicos no es solo que nos recuperemos de los brotes que nos provocan las enfermedades. También se encargan de que a pesar de la colitis ulcerosa y su tratamiento se pueda tener una dieta variada y una buena digestión.
Los alimentos recomendados que una persona con esta enfermedad debe incluir en su dieta son:
- Cúrcuma.
- Alimentos ricos en hierro, es decir, aquellos que son verdes.
- Ácidos grasos Omega 3; un alimento ideal es el salmón.
- Probióticos como el kéfir.
- Alimentos ricos en ácido fólico.
Alimentos prohibidos
Junto a este listado, también es importante conocer en la colitis ulcerosa sus alimentos prohibidos. ¿Cuáles son?
- Cafeína.
- Legumbres.
- Bebidas gaseosas.
- Alcohol.
- Productos lácteos.
- Verduras y frutas crudas.
El tratamiento para la colitis ulcerosa
¿Podemos hablar de colitis ulcerosa y curación definitiva? El tratamiento de esta enfermedad va a depender de su gravedad en cada persona. Por regla general, como hemos visto, es necesario realizar algunos cambios en la dieta, añadir suplementos nutricionales y tal vez seguir un tratamiento farmacológico.
Si la colitis es leve, los fármacos que se utilizan durante el tratamiento son antiinflamatorios y esteroides. En cambio, en situaciones más complejas será necesario recurrir a otro tipo de medicamentos como los inmunomoduladores. Su mecanismo de acción suprime el sistema inmuitario y previene la inflamación.
Por último, cuando la situación es más severa, es posible que la única opción sea la cirugía. En ella se extirpa el intestino grueso, aunque esta intervención puede provocar otros problemas distintos en otras zonas del organismo.
En definitiva, el tratamiento de la colitis ulcerosa va a depender siempre de la gravedad y el estadio de cada persona. Y se puede clasificar en leve, moderado y severo.
- Leve. Se considera así cuando solo afecta al recto. Se trata con fármacos aminosalicilatos en forma de espuma o supositorios.
- Moderado. El brote tiene esta condición cuando el tratamiento anterior no es suficiente. En este caso, se añaden corticoides por vía venosa o en forma tópica. Si tienes esta gravedad, necesitarás ser ingresado en un hospital.
- Severo. Aquí los brotes son un peligro para quienes los sufren. Lo inmediato es aplicar un tratamiento intravenoso de corticoides y, si no fuera suficiente, se utilizarían medicamentos que inhiban la activación del sistema inmunitario, por ejemplo, Infliximab y las ciclosporinas.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si aprecias cambios persistentes y significativos en tus hábitos intestinales, tendrías que pedir consejo profesional. Del mismo modo, los siguientes signos y síntomas también son indicativos de que necesitas ayuda:
- Presencia de sangre en heces.
- Fiebre durante más de uno o dos días sin causa aparente.
- Diarrea constante no producida por medicamentos de venta libre.
- Dolor abdominal.
- Diarrea que interrumpe el sueño.
La colitis ulcerosa es una enfermedad que, si no se trata a tiempo, puede tener complicaciones importantes. Como ves, en Atida | Mifarma nos encargamos de darte información sobre diferentes enfermedades, estilos de vida o hábitos alimenticios para que te cuides y ayudes a los tuyos a cuidarse.