Alopecia Areata
Una de las preocupaciones más comunes en la actualidad es la pérdida del pelo pero sabes que existen patologías como la alopecia areata que afecta a una pequeña parte de la población mujeres hombres o niños afectando no solo al pelo de la cabeza, pero… ¿qué es, qué la causa? A continuación, te respondemos a todas esas preguntas.
¿Qué es la alopecia areata?
La alopecia areata es una enfermedad que tienen como consecuencia la caída del cabello.
Esta patología se considera de origen multifactorial ya que hay factores genéticos y factores de origen psicológico como la ansiedad o el estrés.
Y aunque la mayoría de personas que tienen alopecia areata son sanas, hay una pequeña proporción que presenta algunas enfermedades asociadas.
Existen varios tipos que van a influir en la evolución y por tanto en el pronóstico de la enfermedad ya que abarcan desde una única placa de tamaño reducido hasta la aparición de placas múltiples que pueden llegar a unirse.
En casos más extremos afecta a la totalidad del cuero cabelludo (alopecia areata total) e incluso puede llegar a extenderse a todo el pelo del cuerpo, incluido el vello de las axilas, pubis, cejas y pestañas (alopecia areata universal).
¿Qué la causa?
Los estudios apuntan a que se desarrolla en base a un mecanismo autoinmune, al producirse una acumulación de linfocitos alrededor del folículo piloso que paraliza el desarrollo del pelo y provoca su posterior caída.
La enfermedad puede ser causada por varios factores autoinmunes o psicológicos, que intervienen sobre una base genética.
La presencia de alopecia areata se ha relacionado con factores infecciosos, endocrinos, genéticos, psicológicos, y otras causas como irritaciones oculares o dentales, y traumatismos en la cabeza.
Existen determinados factores que parecen predisponer a su aparición, como pueden ser:
- Antecedentes familiares. Diferentes estudios han demostrado que 1 de cada 5 personas que desarrolla una alopecia areata cuenta con algún familiar que la ha padecido con anterioridad.
- Cambios hormonales, por ejemplo, de tipo tiroideo.
- Infecciones en el cuero cabelludo.
- Altos niveles de estrés provocados por situaciones como: enfermedades, episodios traumáticos, conflictos, pérdida de un ser querido, dejar de trabajar o comenzar un empleo nuevo.