Pérdidas de orina: tipos y soluciones
Tabla de Contenidos
- 1 ¿Qué son las pérdidas de orina?
- 2 ¿A quiénes afectan las pérdidas de orina?
- 3 Causas de las pérdidas de orina
- 4 ¿Se pueden prevenir las pérdidas de orina?
- 5 Tipos de pérdidas de orina
- 6 Efectos psicosociales de las pérdidas de orina
- 7 Diagnóstico de las pérdidas de orina
- 8 Compresas para mujeres con pérdidas de orina
- 9 Compresas para hombres con pérdidas de orina
¿Qué son las pérdidas de orina?
La incontinencia urinaria, conocida coloquialmente como pérdidas de orina, consisten precisamente en eso, en una pérdida o escape involuntario de orina. Esta surge tras una necesidad imperiosa y repentina de orinar, pero es incapaz de retenerse.
Dichas pérdidas suelen producirse al estornudar, reír, o al realizar algún esfuerzo o ejercicio físico. Pueden suponer, además de un evidente problema higiénico, complicaciones sociales y psíquicas, ya que influyen en la vida diaria del paciente, complicando y alternando sus actividades cotidianas.
La incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical presente a través de numerosas patologías.
¿A quiénes afectan las pérdidas de orina?
Las pérdidas de orina, generalmente, afectan a los siguientes nichos de la población.
- Niños (enuresis infantil).
- Mujeres en edad laboral.
- Hombres con problemas de próstata.
- Personas de la tercera edad.
- Pacientes con enfermedades neurológicas como el Parkinson, esclerosis múltiple o lesiones medulares.
Es más común entre mujeres, niños (enuresis infantil) y ancianos, afectando a más de un 15 por ciento de los mayores de 65 años. No obstante, la prevalencia de la incontinencia urinaria en España es del 15 por ciento en mujeres y del 11 por ciento, aproximadamente, en hombres. El envejecimiento de la población es, sin duda, un factor de riesgo de la incontinencia urinaria.
Causas de las pérdidas de orina
La incontinencia urinaria se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra. Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del músculo detrusor. Los principales motivos son:
- Problemas o daños neurológicos.
- Por una alteración del esfínter externo y de los músculos del suelo pélvico.
- Por el fallo del esfínter interno ante una relajación inapropiada o lesión orgánica.
¿Se pueden prevenir las pérdidas de orina?
Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición de la incontinencia urinaria, así como a prevenirla. Algunos consejos a tener en cuenta son:
- Mantener una alimentación equilibrada, evitando el sobrepeso y la obesidad. De esta forma se reducirá la presión intraabdominal.
- Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros.
- Evitar las comidas picantes.
- Aumentar el consumo de fibra, para evitar así el estreñimiento.
- Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos, porque así se tendrán menos ganas de orinar.
- Evitar beber entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.
- No empujar al orinar. De esta manera evitará que se dañen los músculos del suelo pélvico.
- No beber antes de realizar ejercicio físico.
Ejercicios de Kegel
De la mano de Lindor, marca especializada en soluciones para la incontinencia y pérdidas de orina, podemos conocer de manera detallada la realización de los ejercicios de Kegel.
Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos situados alrededor de la uretra y del suelo pélvico. Cuando estos músculos están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la incontinencia urinaria.
Estos ejercicios consisten en la realización de una serie de contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma constante.
Tipos de pérdidas de orina
Los principales tipos de incontinencia son:
Incontinencia urinaria de esfuerzo
En la incontinencia de esfuerzo, la pérdida de orina se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el estornudo, el deporte, la carga de objetos pesados o el mero hecho de ponerse en pie o agacharse puede provocar escapes de orina que van desde unas gotas hasta un chorro.
El origen de esta incontinencia, que afecta en la actualidad a más de un millón de mujeres, se encuentra en la uretra. El esfuerzo físico, aunque sea leve, provoca un aumento de la presión en el abdomen y en la vejiga, pero no se transmite a la uretra, lo que desencadena la incontinencia.
El embarazo y la edad provocan una pérdida de elasticidad y de tensión en el suelo pélvico, por lo que la vejiga y la uretra caen y sus mecanismos de continencia solo son efectivos en reposo.
Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.
Incontinencia urinaria de urgencia
Consiste en la pérdida involuntaria de orina, asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una consciencia previa. El origen de esta incontinencia se encuentra en el músculo detrusor, que forma parte de la pared de la vejiga.
Se pueden distinguir dos tipos de incontinencia urinaria de urgencia:
- Sensitiva: está provocada por un aumento de los impulsos sensitivos que se encuentran en las paredes de la vejiga. Aparece una sensación temprana de plenitud y urgencia por orinar. Puede estar asociada a enfermedades.
- Motora: la pérdida de orina está motivada por una hiperactividad del citado músculo detrusor, es decir, un fallo en la inhibición del reflejo de la micción. Está causada, principalmente, por mecanismos psíquicos, esfuerzos u obstrucción.
Incontinencia urinaria mixta
En este caso, la pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos del esfínter. En este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el músculo detrusor entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.
Incontinencia urinaria por rebosamiento
Este tipo de pérdida de orina es el más común en hombres. Se produce porque la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen dos causas de incontinencia urinaria por rebosamiento:
- Orgánica: en este caso la vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se produce el rebosamiento. Los tumores prostáticos y la hiperplasia benigna de próstata son las principales enfermedades que originan este tipo de incontinencia.
- Neurológica: un daño neurológico del núcleo parasimpático medular o del nervio pélvico provoca que el detrusor no tenga fuerza. Generalmente, surge por lesiones medulares, esclerosis múltiple o intervenciones quirúrgicas que afectan al nervio pélvico.
Incontinencia urinaria de causa psicógena
Está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua), a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer) o a fobias y manías.
Incontinencia urinaria de causa neurológica
Engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y las lesiones medulares.
Los efectos psicosociales de las pérdidas de orina suelen llevar implícitos numerosos trastornos emocionales, entre los que se encuentran la pérdida de autoestima y la discontinuidad en las actividades laborales, sexuales y sociales.
Muchos afectados se niegan a alejarse de su entorno familiar por temor a enfrentarse a situaciones embarazosas, limitando sus tareas habituales y su independencia.
Entre los problemas psicosociales más frecuentes se encuentran:
- Sentimientos de humillación personal.
- Vergüenza propia y ante los demás.
- Reacciones de inseguridad.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Inhibición de la sexualidad.
- Incapacidad para afrontar problemas.
- Aislamiento social.
No obstante, es esencial remarcar que las pérdidas de orina afectan a más de 200 millones de personas en todo el mundo, de cualquier edad o sexo. Por ello, marcas como Lindor trabajan para ofrecer soluciones a estas personas, lo cual les permite afrontar el día a día con total tranquilidad.
Diagnóstico de las pérdidas de orina
El primer paso que debe dar el especialista es confirmar que se trata de una pérdida de orina totalmente involuntaria y objetivamente demostrable.
Para establecer un diagnóstico correcto, se deben distinguir los factores externos y los trastornos de las vías urinarias que originan la incontinencia, por lo que será necesaria una exploración física minuciosa que incluya un examen de la sensibilidad perianal y estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.
Además, el profesional debe tener en cuenta los antecedentes personales y otras posibles enfermedades, como las neurológicas, patologías sistémicas con repercusión sobre el sistema nervioso central y las intervenciones previas que hayan afectado al tracto urinario; al abdomen y pelvis; y a la columna vertebral. Asimismo, se debe controlar la medicación que toma el paciente, ya que algunas sustancias pueden desencadenar o agravar la incontinencia.
Compresas para mujeres con pérdidas de orina
En lo referente a las mujeres, Lindor Lady ofrece diversos tipos de compresas con una capacidad de absorción variada, según el nivel de pérdidas de orina del afectado.
Mantienen alejada la humedad de la superficie de la piel para garantizar que permanece seca, ya que, gracias a su núcleo de 3 capas, garantiza una protección segura y una rápida absorción del líquido.
Están fabricadas en un material suave y transpirable que aporta comodidad, y una capa superior recubierta de aloe vera. Ayudan a mantener el pH natural de la piel, evitando la aparición de irritaciones. Además, son especialmente discretas, lo que favorece su uso.
Compresas para hombres con pérdidas de orina
En cuanto al producto específico para hombres, Lindor Men está destinado para aquellas personas que sufren pérdidas leves de orina. Están diseñados con el objetivo de adaptarse a la anatomía masculina, ajustándose por completo a la ropa interior, siendo cómodos y discretos.
Cuenta también con un sistema de rápida absorción y un triple núcleo absorbente para evitar la humedad, lo que ayuda a prevenir la irritación y a mantener el pH natural de la piel.
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