¿Qué es la alergia al sol y cuáles son sus síntomas?

¿Existe la alergia al sol? ¿Crees que la padeces? Lo cierto es la llegada del verano no es un sinónimo de días alegres y despreocupados para todo el mundo. Mientras muchos se broncean en las playas, entre un 10 y 20 % de la población sufre molestias y trastornos derivados de la exposición prolongada a la luz solar. Quienes presentan intolerancia al sol pueden desarrollar síntomas negativos en cualquier espacio al aire libre. Puede bastar un simple paseo para que los efectos de la radiación ultravioleta se hagan patentes en su piel. Estas personas padecen lo que popularmente se llama alergia al sol, una dolencia que, en términos médicos, se conoce como fotodermatosis.

¿Qué es la alergia al sol?

Se denomina alergia al sol a una serie de enfermedades causadas por una respuesta anómala del sistema inmunitario frente a la luz solar. Se manifiesta a través de reacciones cutáneas como sarpullidos, enrojecimiento, picazón o ampollas. Entre las patologías más habituales, destacan las siguientes.

• Fotodermatosis: Es el término que engloba a la gran mayoría de las enfermedades producidas por la fotoexposición. En muchos casos, se identifica mediante los granitos por alergia al sol que aparecen cuando las temperaturas comienzan a subir. No obstante, comprende muchas más patologías cutáneas.
• Erupción lumínica polimorfa: Es un tipo de fotodermatosis que afecta sobre todo a las mujeres jóvenes. La radiación solar, unida a factores hormonales, origina pequeñas pápulas en las áreas más expuestas de la piel. En general, la erupción lumínica polimorfa desaparece a los pocos días sin requerir ningún tipo de tratamiento.
• Urticaria solar: Se manifiesta tras exponer al sol zonas de la piel que habitualmente no están en contacto directo con la luz solar. Se caracteriza por erupciones cutáneas similares a habones o picaduras de insecto.
• Dermatosis fotoagravadas: Son enfermedades cutáneas preexistentes que se agravan con las radiaciones ultravioletas.
• Reacciones de fotosensibilidad: La ingesta de ciertos medicamentos, unida a los efectos del sol, puede provocar alteraciones en la piel.

Síntomas de la alergia al sol

El aspecto de la piel afectada por la alergia al sol varía según las especificidades de cada patología. Los síntomas pueden manifestarse tras unos pocos minutos de exposición a los rayos solares u horas más tarde. Las siguientes son algunas de las reacciones alérgicas más frecuentes.

• Eritema o enrojecimiento: Es el resultado de un proceso inmunológico o inflamatorio. La mayoría de las veces, se debe a una acumulación irregular de células.
• Picazón de la piel o prurito: Puede sufrirse aunque la piel no presente ninguna erupción. No es rara la aparición de pequeñas manchas rosáceas.
• Habones o ronchas: Tienen un aspecto similar a la picadura de un insecto. Se trata de bultitos que pueden evolucionar hasta convertirse en manchas cutáneas elevadas.
• Descamación: Consiste en la pérdida de la capa superior de la epidermis. Las quemaduras son su causa más común. En realidad, la descamación es una parte del proceso por el que el organismo regenera de manera natural la piel dañada.
• Sarpullido: Es una erupción cutánea que se manifiesta a menudo en forma de granitos. El área afectada puede llegar a sangrar en los casos de irritación o inflamación más graves. La comezón es uno de sus síntomas más habituales.
• Pápulas: Son pequeños quistes que surgen varias horas después de la exposición al sol.
• Hiperpigmentación: Son las llamadas manchas solares de la piel, que se deben a una excesiva y desigual producción de melanina como consecuencia de la radiación solar.

La duración de estas erupciones cutáneas varía mucho. En los casos más leves, desaparecen espontáneamente a los pocos días. En cambio, los trastornos más graves precisan de un largo tratamiento médico.

Causas de la alergia al sol

Hasta el momento, no existe una evidencia científica definitiva sobre las razones por las que algunas personas son más propensas a sufrir alergia al sol. Sí es una certeza que la exposición prolongada de ciertas zonas de la piel a los rayos solares es la causa fundamental de la fotodermatosis. No obstante, ciertos factores favorecen la reacción inmunitaria de la piel. Por ejemplo, la herencia genética o los efectos secundarios de algunos medicamentos. También es importante considerar que algunas patologías dermatológicas empeoran por la acción del sol. Por ejemplo, el acné, el herpes simple o la dermatitis seborreica.

Factores de riesgo de la alergia al sol

Como acabamos de ver, las causas que provocan patologías relacionadas con el astro rey en determinadas personas aún no son del todo conocidas. Como en cualquier alergia, intervienen factores genéticos y ambientales. Es evidente que existe una relación causa-efecto entre la alergia al sol y ciertos condicionantes.

• Raza: Aunque cualquier persona es susceptible de padecer fotodermatosis, las personas con una piel más clara tienen una mayor tendencia a sufrir trastornos cutáneos relacionados con la luz solar.
• Predisposición genética: Si existen más casos de alergia al sol en la familia, las posibilidades de sufrir esta patología se multiplican.
• Exposición a sustancias: El contacto con algunos productos químicos, perfumes e incluso ciertas cremas solares puede favorecer la fotosensibilidad.
• Ingesta de medicamentos: La interacción entre ciertos fármacos y la luz del sol puede ser muy nociva, especialmente en el caso de algunos antibióticos y analgésicos.
• Padecer enfermedades dermatológicas previas aumenta las probabilidades de tener alergia al sol.

¿Cómo prevenir la alergia al sol?

La mayoría de las recomendaciones para prevenir esta alergia están basadas en el sentido común. Además, son aplicables a cualquier persona que desee evitar los riesgos relacionados con la exposición a los rayos ultravioletas. Recordemos que el bronceado no es sino una reacción inmunitaria. La piel se defiende de la radiación solar mediante la producción de melanina. Tomar las siguientes precauciones es beneficioso para nuestra salud en general y para la fotodermatosis en particular.

• Evita permanecer mucho tiempo bajo el sol, especialmente entre las 11.00 y las 16.00 horas.
• Evita los llamados baños de sol.
• Ponte gafas de sol y usa crema solar con un factor de protección alto todo el año.
• Presta atención a los ingredientes de las cremas protectoras. En muchas ocasiones, contienen productos químicos que favorecen la fotosensibilidad.

Diagnóstico y tratamiento de la alergia al sol

Para realizar un diagnóstico riguroso, el dermatólogo debe analizar primero la historia clínica completa del paciente. A continuación, examina las lesiones en las áreas de la piel expuestas. El examen de la distribución y la morfología de las alteraciones cutáneas es un aspecto clave del diagnóstico. La forma y la disposición de las lesiones permiten determinar, en la mayoría de los casos, el tipo de fotodermatosis que padece el paciente. Otras pruebas habituales son la biopsia de piel, la prueba de fotosensibilidad y el análisis de sangre.

El mejor tratamiento es siempre la prevención. Cuando ya es demasiado tarde, es aconsejable visitar a un dermatólogo que determine la gravedad de las lesiones cutáneas. La aplicación de crema solar protectora es la mejor manera de tratar las reacciones alérgicas más leves. En el caso de lesiones graves, suelen recetarse antihistamínicos y corticoides. También ayuda consumir alimentos o suplementos que aumenten los niveles de melanina.

Algunos dermatólogos prescriben también la terapia de desensibilización. Es un procedimiento que consiste en aplicar a la piel dosis muy pequeñas de radiación ultravioleta para habituarla gradualmente a la luz del sol.

Mitos sobre la alergia al sol

• La alergia al sol es causada por la exposición al sol. Falso. Si bien la reacción puede parecer desencadenada por la exposición al sol, la alergia al sol es una reacción inmunológica a ciertas sustancias presentes en la piel que se activan por la radiación ultravioleta del sol. Es una reacción en la piel, no una alergia al sol en sí misma.

• Todo el mundo puede desarrollar alergia al sol. Falso. Las alergias al sol son relativamente raras. Algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar reacciones en la piel después de la exposición solar debido a factores genéticos, enfermedades autoinmunes o medicamentos, pero no todas las personas desarrollarán alergia al sol.

• La alergia al sol es lo mismo que la intolerancia al sol. Falso. La intolerancia al sol (fotodermatosis) es diferente de una alergia al sol. La intolerancia al sol generalmente se refiere a una sensibilidad excesiva a la luz solar, lo que provoca enrojecimiento, quemaduras solares y otros síntomas, pero no implica una reacción inmunológica como ocurre en las alergias al sol.

• Solo las personas de piel clara desarrollan alergia al sol. Falso. Las alergias al sol pueden afectar a personas con diferentes tonos de piel. Aunque las personas con piel clara pueden ser más susceptibles a ciertos tipos de fotodermatosis, no es una regla absoluta y la condición puede presentarse en individuos con cualquier tipo de piel.

• La alergia al sol es contagiosa. Falso. La alergia al sol no es contagiosa. No puedes transmitirla a otra persona a través del contacto físico.

• No hay tratamiento para las alergias al sol. Falso. Si sufres de alergias al sol o fotodermatosis, hay tratamientos disponibles para aliviar los síntomas y reducir la reacción cutánea. Estos tratamientos pueden incluir el uso de protectores solares específicos, medicamentos antiinflamatorios, antihistamínicos y en algunos casos, terapias de fototerapia controlada.

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