¿Qué tipos de leche existen y cuál es el más adecuado consumir en cada caso?
La variedad de tipos de leche que podemos encontrar en el mercado es sumamente amplia: leche sin lactosa, de avena, semi, entera, desnatada… Responde a distintas necesidades alimenticias o a las preferencias personales en la dieta, por lo que no solo es un tema muy interesante sino útil para nuestra salud. Entonces, veamos en qué se diferencian y cuáles son sus particularidades.
Tabla de Contenidos
Propiedades de la leche y su importancia para la salud
El sabor, la proporción de nutrientes, las ventajas y desventajas nos deben orientar a la hora de escoger la mejor leche para incorporar a nuestra alimentación. Esto incluye la que utilizaremos para elaborar preparaciones culinarias, y conviene conocer cuáles son los beneficios de esta bebida.
La leche es una secreción de color blanco producida por las células de las mamas en todos los mamíferos. Entre las características de la leche se encuentra su función principal, que es alimentar a las crías. Consumimos este producto de diferentes animales, aunque lo más generalizado es tomar la que procede de la vaca. En su composición entran macronutrientes indispensables para el crecimiento y para el buen funcionamiento del organismo.
- Grasas, básicamente triglicéridos, en proporción del 98 %.
- Proteínas de alto valor biológico, entre las que encontramos albúmina, caseína y las contenidas en el suero, así como inmunoglobulinas.
- Glúcidos, que representan los azúcares. Se encuentran principalmente en forma de lactosa, aunque contiene cantidades pequeñas de galactosa, glucosa y sacarosa.
- Vitaminas A, B, D3 y E.
- La concentración de calcio y vitamina D3.
Leche de origen animal
Mencionamos ya que consumimos leche procedente de varios mamíferos. Esta variedad se corresponde con factores climáticos y culturales, así como con la disponibilidad de ganados en la zona. La de la vaca que conocemos, cuyo nombre científico es Bos primigenius taurus, es la más empleada por el volumen de producción, ser fácil de digerir y de agradable sabor.
Para saber cuantos tipos de leche hay, podemos mencionar además las cabras, ovejas y búfalos. En Asia se consume leche de yegua y de yak, en los países de Medio Oriente la de camello, en el Ártico la de reno, y en los Andes la de llama o alpaca.
Leche de cabra
La leche del ganado caprino es algo distinta a la de vaca, tanto en su composición como en su sabor. Contiene más cloruros, por lo que es algo salada. Por otra parte el contenido de grasas, proteínas y vitamina B12 es mayor, mientras que el de hidratos de carbono y lactosa es menor.
Es quizá el producto más parecido a la leche materna, y es de digestión más fácil que la de vaca. Capricare, la primera leche de continuación de cabra para tu bebé puede ser una opción conveniente.
Leche entera
La leche de origen animal de vaca y entera es la de mayor consumo. El contenido de lípidos es igual o mayor al 3%. Algunas razas vacunas llegan a producir leche con un 3,8 % de materias grasas. Después de la leche materna, es la más adecuada para favorecer el desarrollo y el crecimiento infantil.
Leche semidesnatada y desnatada
En las leches semidesnatadas el porcentaje de grasa está entre el 1,5 y el 2 %. El proceso para reducir la proporción de estas sustancias es relativamente simple. La leche se deja en reposo para que flote la crema, y luego se somete a centrifugación.
Este producto es ideal para quienes desean perder peso y para los niños que tienen tendencia a engordar, ya que se conservan intactos el resto de los nutrientes. Con frecuencia, la podemos encontrar en el mercado reforzada con vitaminas.
En las descremadas, las grasas pueden estar totalmente ausentes, pues el contenido va del 0 al 0,5%. Son recomendables para personas con trastornos cardiovasculares, síndrome metabólico, hipercolesterolemia y diabetes. Sin embargo, el proceso industrial elimina casi totalmente las vitaminas liposolubles y los ácidos grasos esenciales, por lo que estas variedades no son aptas para la alimentación infantil.
Leche sin lactosa
La lactosa es, como ya explicamos, el azúcar que se encuentra naturalmente en la leche. Está compuesta por dos moléculas simples, la glucosa y la galactosa. En el intestino de la mayoría de las personas hay una enzima llamada lactasa que escinde la lactosa y permite que se absorban estas dos sustancias.
Cuando los niveles de la enzima son muy bajos, la lactosa no se absorbe. Su presencia en la luz intestinal genera una serie de trastornos que se manifiestan con diarrea, distensión abdominal, flatulencia y cólicos.
Para hacer más digerible la leche en estos casos, se le puede añadir lactasa. El proceso que debería ocurrir en el intestino sucede entonces antes de consumir el producto. Por lo tanto, ya no contiene lactasa, sino galactosa y glucosa, y este es el motivo de su sabor dulzón.
Leche de crecimiento
Son fórmulas enriquecidas diseñadas para hacer óptima la alimentación de los niños pequeños. Aseguran un suministro apropiado de hierro, yodo, vitamina D y ácidos grasos omega 3 en quienes tienen riesgo de sufrir carencia de estos elementos nutricionales. El artículo leche de crecimiento o leche de vaca, ¿qué es más aconsejable? puede ayudar a despejar algunas dudas. Nidina 4 Leche de Crecimiento está especialmente formulada para favorecer el desarrollo infantil desde los dos años de vida gracias a sus 13 vitaminas y minerales. Es fácil de preparar y de sabor agradable. Aporta calcio, hierro, yodo, potasio y zinc, además de vitaminas A, C, B2, B12 y D.
Leche de origen vegetal
Es muy importante tener en cuenta las definiciones en este caso. La denominación “leche vegetal” no es la más adecuada. La razón es que las normativas vigentes establecen que la leche es el nombre de la secreción mamaria fisiológica. Por lo tanto, lo correcto es utilizar los términos “bebida vegetal” o “extracto de…” en su lugar. La excepción, como suele suceder, es la leche de almendras, un término que figura en la RAE al haber sido consagrado por el uso.
¿Qué tipos de leche hay? Conocer estas bebidas es importante, ya que pueden ser una alternativa para quienes mantienen una dieta baja en grasas, en la alimentación vegana o cuando existe alergia a la leche de origen animal.
Sin embargo, el doctor José Manuel Moreno, coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, nos alerta acerca de su consumo en la etapa infantil: “estas bebidas vegetales no pueden compararse con la leche de vaca ni en su contenido proteico ni en el de minerales y vitaminas, por lo que no deben sustituir a las bebidas lácteas».
Leche de soja
Esta bebida tiene la valiosa cualidad de tener mayor contenido proteico entre las de origen vegetal, que además es similar al de la leche de vaca. A pesar de este beneficio, la constitución de estas proteínas tiene un déficit en los aminoácidos esenciales leucina, metionina, lisina y valina. Por otra parte, muchas marcas añaden además un refuerzo con calcio y vitamina D.
Adicionalmente, la bebida de soja proporciona básicamente grasas insaturadas, lo cual es otra ventaja, mientras el contenido de azúcares es variable según la marca, por lo que tendríamos que leer cuidadosamente la etiqueta. Otro ingrediente interesante son las isoflavonas, sustancias vegetales que pueden funcionar como los estrógenos, lo cual podría en ciertos casos reducir los síntomas de la perimenopausia. Es posible disfrutar de una experiencia nueva en salud y bienestar.
La Bebida de Soja Ecológica de Soria Natural tiene un bajo contenido de grasas saturadas, es beneficiosa para el sistema cardiovascular y para los intolerantes a la lactosa. Su contenido en calcio y magnesio previene la osteoporosis. Es natural, sin conservantes ni colorantes y sus ingredientes proceden de la agricultura ecológica. Sentirse bien ahora es posible en un clic.
Leche de arroz
El contenido en proteínas y grasas de esta bebida es muy bajo, mientras el de hidratos de carbono es elevado y, por otra parte, muchas marcas le añaden azúcar. En algunas, esta proporción es parecida a la de una gaseosa, lo cual es realmente alto. El análisis nos informa de lo siguiente: contiene 49 calorías, 1 gramo de grasa, 9 de hidratos de carbono y 0,2 de proteínas por 100 gramos de bebida.
La utilidad principal de esta bebida es que se elabora a base de arroz, un cereal que no produce ningún tipo de alergias. Es una característica muy beneficiosa para quienes padecen múltiples intolerancias. Bebida Vegetal Arroz Calcio Bio de NaturGreen es una bebida 100 % vegetal, sin lactosa ni gluten y con bajo contenido en sal. Apta para vegetarianos, veganos e intolerantes a la lactosa.
Leche de almendra
La bebida de almendras es una de las que más se parece externamente a la leche de vaca, ya que es una de las más espesas y de mejor sabor. Tiene un contenido proteico bajo, de 1 a 2 gramos por cada vaso frente a 8 gramos de la leche de vaca. Aporta 27 calorías, 3 gramos de hidratos de carbono y 3 de grasa por cada 100 gramos de bebida. Leche Almendra Mandorla Bio de Ecomil es una bebida deliciosa a base de leche de almendra, sin lactosa ni gluten. Contiene 7 % de almendra natural y jarabe de agave, ingredientes procedentes de la agricultura ecológica.
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