Onicofagia infantil: ¿Cómo pueden dejar los niños de morderse las uñas?
¿Tus hijos se muerden las uñas? Más allá de un problema estético, puede tener repercusión en su salud. Por eso, hoy te proponemos una serie de consejos y trucos para que no se las muerdan.
El 45 % de los adolescentes y entre el 28 y el 33 % de los niños suelen padecer onicofagia. Además, aproximadamente el 10 % mantendrá ese hábito una vez sean adultos. Aunque las causas que lo desencadenan no están totalmente esclarecidas, lo cierto es que su aparición está ligada a ciertos trastornos. Algunos de ellos son el estrés, la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo.
Por otro lado, también se piensa que la onicofagia puede tener cierta base genética. Esto es así porque algunos de los niños que la desarrollan también cuentan con familiares que lo hacen. ¿Quieres saber qué es la onicofagia, por qué se produce y conocer ciertos consejos para evitarla? ¡Sigue leyendo!
Tabla de Contenidos
¿Qué es la onicofagia infantil?
La onicofagia es el hábito o la costumbre de morderse las uñas y se presenta tanto en adultos como en niños.
De forma habitual, se manifiesta en niños de entre 3 y 6 años de edad. Sin embargo, esto suele desaparecer con el tiempo, aunque en situaciones de angustia o mucho estrés pueden retomar el hábito.
Por todo ello, es necesario cuestionarse acerca de los motivos reales por los que los niños pueden morderse las uñas.
Causas de la onicofagia infantil
Entre las causas más habituales, podemos destacar las siguientes:
- Miedo infantil.
- Situaciones de frustración o tensión que esté viviendo el infante.
- Ciertas situaciones de carácter físico o emocional tales como el cansancio o el aburrimiento.
- Situaciones familiares complicadas: llegada de un hermano, separación de los padres, pérdida de algún familiar…
- Otras de las causas pueden ser las manías o ciertos actos repetitivos como ver la televisión, leer o jugar a los videojuegos, entre otros.
Las consecuencias visibles de la onicofagia infantil se ven en la estética de las manos. Es decir, las uñas pueden crecer de forma indebida, fomentará el crecimiento de padrastros, verrugas, las uñas se pueden encarnar, pueden aparecer problemas bucodentales… Además, se puede originar una deformación de los dedos y puede aparecer un factor psicológico relacionado con la pérdida de autoestima de los pequeños.
Consejos para combatir la onicofagia en niños
Aparcar el hábito de morderse las uñas no es nada sencillo, sobre todo en los más pequeños. El motivo es muy sencillo: ellos no son conscientes de lo perjudicial que es esa costumbre, ni de los riesgos a los que quedan expuestos. Ante ello, explicarles las consecuencias que pueden padecer es el primer paso para combatirlo.
Cuando simplemente les pides que dejen de morderse las uñas una y otra vez, tan solo les produces más ansiedad y tensión. Por tanto, en vez de ayudarles puedes agravar el problema. No obstante, con las estrategias adecuadas puedes conseguir que tus hijos no se muerdan las uñas.
A continuación, te proponemos una serie de consejos y trucos para combatir la onicofagia infantil:
- Practicar ejercicio físico. Puesto que la onicofagia se asocia al estrés o la ansiedad, los expertos recomiendan que los niños practiquen algún tipo de actividad física.
- Apuesta por las manualidades. Los juegos de construcción, pintar, la plastilina o las actividades manuales, con o sin ayuda, son muy útiles. Harán que tengan las manos ocupadas y no se muerdan las uñas. Si las realizas con ellos, además, dispondrás de un tiempo de calidad con los pequeños mientras desarrollan sus habilidades.
- Guantes. Usar guantes en invierno no solo les permitirá tener las manos calentitas, sino que evitará que se muerdan las uñas. Asimismo, puedes aplicar una crema y colocar unos guantes de algodón o látex durante ciertas horas del día.
- Esmaltes de uñas con sabor desagradable como, por ejemplo, Mavala Stop o Mordex. Esta técnica es muy efectiva para quienes tienen el hábito de llevarse las manos a la boca. Su sabor desagradable hará que detengan el mordisqueo de forma consciente.
- Masticar chicle sin azúcar. Es cierto que no es la mejor opción, pero puede ser una solución para momentos puntuales.
- Los niños suelen imitar a los adultos de su entorno a quienes admiran. Por ello, no solo hay que eliminar el hábito en los niños, sino corregir este hábito en los adultos que les rodean.
- Algunas corrientes psicoanalíticas indican que los niños pueden manifestar así ciertos tipos de regresión a la etapa oral. Por ello, es recomendable indagar en ello si el problema persiste, pues los niños pueden sentir esa regresión por alguna situación que haya vivido recientemente. Estas situaciones pueden ser una mudanza, la pérdida de un familiar, la llegada de un hermano…
- Paciencia. Este es el consejo por excelencia cuando se tienen hijos, estamos de acuerdo. Pero es uno de los pasos fundamentales, para niños y adultos. La onicofagia es un hábito inconsciente, por ello, con el tiempo y un trabajo constante es posible conseguir esa deshabituación. La predisposición y el tiempo son dos factores fundamentales para conseguir que dejen de morderse las uñas.
No obstante, puede ocurrir que, tras haber explicado a los niños las consecuencias de seguir con ese hábito y poner en práctica estos 8 consejos, no se resuelva el problema. Aun así, no queremos que cejes en tu empeño. Por ello, todavía tenemos unos cuantos trucos más para abordar este trastorno:
- Tomar infusiones relajantes. Como te hemos comentado, dos de las causas de la onicofagia son la ansiedad y el estrés. Por tanto, estas bebidas ayudarán al niño a dejar de morderse las uñas al conseguir que se relaje.
- En esa misma línea, hemos hablado de tener las manos ocupadas. Una pelotita antiestrés también puede ser una gran solución.
- Evita avergonzarles o reprenderles en público, ya que si lo haces, seguramente, conseguirás el efecto opuesto y se agravará el problema.
Además, de todos estos trucos y consejos para que los niños no se muerdan las uñas, hemos de mencionarte uno más. Desde Mifarma queremos que tengas presente la opción de acudir a un especialista cualificado que pueda abordar las causas del trastorno desde otra perspectiva. De esta forma, podrá indicar el tratamiento más adecuado en cada caso.
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Excelente información, mi hija se muerde mucho las uñas pondré en práctica sus consejos gracias