Probióticos vs. Prebióticos: descubre sus diferencias

Con la situación actual de confinamiento, somos muchos los que estamos dedicando este tiempo extra a nosotros mismos, a preocuparnos por lo que comemos y cómo esto afecta a nuestro cuerpo y organismo. 

Es por eso, que hoy vamos a centrarnos en conocer qué son los probióticos, los prebióticos, las diferencias entre ambos y todos los beneficios que aportan a nuestro cuerpo. 

Probióticos VS Prebióticos, ¿en qué se diferencian?

Dada la similitud de ambos términos es fácil caer en la confusión, por eso es importante distinguir las principales diferencias entre ambos. 

Mientras que los probióticos son bacterias saludables que se encuentran en nuestro intestino, los prebióticos son fibras que sirven de alimento para los probióticos y favorecen su supervivencia en nuestro cuerpo. 

Es decir, la función de los probióticos es aumentar nuestra flora intestinal con el aporte de nuevas bacterias, y con los prebióticos lo que aportamos es alimento para las bacterias ya existentes, de manera que estas puedan multiplicarse más rápidamente. 

Pero para que puedas entender mejor la diferencia entre ambos, vamos a profundizar un poquito más en cada término y los beneficios de éstos. ¿Preparado? ¡Comenzamos!

¿Qué son los probióticos?

Como ya te contamos en nuestro diccionario, los probióticos son bacterias buenas que se encuentran en algunos alimentos y suplementos con los que ayudar a mantener nuestra flora intestinal. 

Aunque durante mucho tiempo no se tuvieron en cuenta los beneficios que su consumo tiene para nuestro cuerpo, a día de hoy sabemos que no solo son importantes para una mejor salud física, sino también mental. 

En momentos como en el actual, en el que nuestro sistema inmunológico y nuestras emociones se encuentran algo más debilitadas, llevar una alimentación y un estilo de vida adecuados que incluya el consumo de estos probióticos , es básico. ¿Por qué? Principalmente para evitar desequilibrios en los que los microorganismos dañinos se impongan ante las “bacterias buenas”.

¿Cuáles son los beneficios de los probióticos? 

Añadir este tipo de bacterias a nuestra alimentación tiene innumerables beneficios para nuestro organismo entre los que destacamos: 

• – Contribuyen al bienestar emocional.
• – Mejoran el metabolismo de la glucosa y las grasas.
• – Previenen gripes y resfriados.
• – Ayudan a cuidar el hígado.
• – Combaten los efectos secundarios de los antibióticos.
• – Ayudan a reducir y controlar molestias digestivas.
• – Refuerzan nuestro sistema inmunológico restableciendo el equilibrio entre bacterias buenas y malas.

¿Dónde podemos encontrar los probióticos? 

Así, para su consumo es importante que sepamos las dos formas en las que podemos ingerirlos: a través de alimentos como el yogur, el kéfir y derivados de fermentos de la soja, entre otros, o a través del uso de suplementos que los contengan.

Y ahora… ¿Qué son los prebióticos? 

Ahora que ya sabemos la principal diferencia entre ambos términos vamos a profundizar un poco más en los grandes desconocidos, los prebióticos.

Los prebióticos no son organismos vivos, sino un tipo de fibra no digerible que ayuda al crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas para el intestino. Es decir, en vez de contener microorganismos vivos, contienen sustancias que al llegar al intestino sirven de alimento a las bacterias buenas que ya tenemos ahí, ayudándoles a que se multipliquen más rápidamente y con ello aumente nuestra flora intestinal. 

Beneficios de los prebióticos

Existen evidencias científicas que relacionan el consumo de estas fibras con beneficios como:

• – Prevención de enfermedades y trastornos cardiovasculares.
• – Favorecen la absorción de calcio, magnesio, hierro y cinc, así como la síntesis de algunas vitaminas.
• – Aportan beneficios metabólicos y defensivos como mejoras en la digestibilidad, absorción de nutrientes así como disminución del riesgo de infecciones.
• – Evitan la implantación de especies bacterianas peligrosas en el intestino.
• – Mejora de la regularidad intestinal.

¿Dónde podemos encontrar los prebióticos?

A diferencia de los probióticos, la única manera de incorporar los prebióticos en nuestra dieta es a través de alimentos que contengan estas fibras. Algunos alimentos especialmente ricos en estos prebióticos son el ajo, la cebolla, el plátano, la miel, el trigo y otros cereales, además de las legumbres.

Después de conocer los innumerables beneficios de ambos, podemos concluir diciendo que el uso combinado de probióticos y prebióticos es una gran solución a la hora de buscar una mejora en nuestro sistema inmunitario y, por tanto, en nuestra salud. Lo ideal será basar esta combinación en el aporte de prebióticos que ayuden en su función a los probióticos.