Picadura de avispa qué hacer

Recibir la picadura de una avispa es más que una anécdota, ya que puede provocarnos síntomas muy molestos si no le prestamos la atención adecuada. Evitar el dolor que produce y la inflamación , que puede ser un problema importante dependiendo de dónde se produzca, pasa por saber qué podemos hacer si nos pica una avispa.

Picadura de avispa qué hacer

Cuando nos pica una avispa, notamos que el punto donde ha clavado el aguijón nos duele y pica. Además, la piel puede presentar signos de inflamación y rojez. En este caso, debemos actuar siguiendo unas pautas muy concretas.

Empezaremos por lavar la zona de la picadura con agua y jabón. Una vez hecho esto, es importante comprobar bien si el aguijón ha quedado dentro de la piel. Si es así, hay que retirarlo con unas pinzas previamente desinfectadas y teniendo mucho cuidado de no apretarlo en exceso para evitar que se rompa y salga el veneno.

A continuación, aplicaremos un antiséptico y frío en la zona para evitar que aumente la inflamación. Si el picor es excesivo, podemos aplicar una crema para el prurito o un antihistamínico por vía oral.

¿Cuándo ir al médico?

En principio, las pautas que hemos explicado son más que suficientes para tratar una picadura de avispa, pero es importante señalar que en algunos casos específicos es necesario ir al médico para su tratamiento.

En el caso que la picadura se haya producido en la garganta, boca o nariz es necesaria la atención médica, ya que la inflamación puede llegar a impedir que respiremos correctamente.

Igualmente, las personas alérgicas a avispas o abejas deben acudir inmediatamente al médico ante esta situación, ya que puede llegar a ser un problema grave para su salud.

En cualquier caso, cualquier persona que experimente mareos, pérdida de conocimiento o una bajada de tensión después de que le haya picado una avispa es importante que reciba atención médica de urgencias.

Prevenir la picadura de avispa

Aunque no existe un remedio definitivo para evitar las picaduras de avispa, sí que podemos tomar algunas precauciones que reduzcan el riesgo de que padezcamos este problema. La ropa de colores llamativos y los perfumes intensos son elementos a evitar, así como evitar ir descalzos por el campo y, por supuesto, no acercarnos a panales ni nidos. También es recomendable que concienciemos a los niños de no tirar piedras ni ramas a los nidos.

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