Cómo calmar el dolor de oído en niños
Uno de los trastornos más desagradables para los más pequeños es el dolor de oídos. Además de las molestias que causa, hay que tener en cuenta que a ciertas edades les cuesta explicar cómo se sienten y esto aún aumenta su sensación de agobio. Aprender cómo podemos calmar el dolor de oído en niños nos ayudará a solventar esta situación lo más rápido posible.
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Un problema frecuente
Lo que habitualmente conocemos «como dolor de oídos» es, en realidad, una otitis o infección en la zona media del oído. Se trata de una de las causas más habituales de las visitas a urgencias infantiles.
La mayoría de casos de otitis aparecen en niños de hasta 10 años, y los menores de 18 meses son los que tienen más posibilidades de padecer esta enfermedad.
La otitis tiene su origen en una infección de las Trompas de Eustaquio. Un simple resfriado puede hacer que este tubo se bloquee y se acumule líquido en él. Si a esto le añadimos que los niños tienen un sistema inmunológico más débil, podemos entender la facilidad con la que se produce este trastorno.
Remedios para el dolor de oído en niños
Por supuesto, la mejor manera de calmar el dolor de oído en niños es acudir al médico y seguir el tratamiento farmacológico que nos haya prescrito. Pero además, podemos ayudarle a sentirse mejor si adoptamos unas pautas básicas.
Si queremos suavizar el dolor, debemos tener en cuenta que las molestias serán más intensas cuando esté tumbado. Mantenerlo de pie y acurrucado en nuestro pecho le hará sentirse más cómodo. También podemos recurrir a un par de almohadas cuando decidamos acostarlo.
Otro buen truco para calmar el dolor de oído en niños es aplicarles calor seco en la oreja, en forma de paño caliente. Notaremos que el aumento de la temperatura le relaja.
Igualmente, debemos saber que el movimiento de succión empeora el dolor de oídos. Por lo tanto, las tomas de leche pueden molestarle mucho. No pasará nada si un día no come tanto, es mucho mejor que agobiarle intentando que succione como siempre. Incluso el chupete puede incomodarle.
Síntomas asociados al dolor de oídos
Además de las molestias propias de la infección, la otitis puede producir fiebre, falta de energía y una sordera leve. Asimismo, los padres debemos tener en cuenta que el dolor de oídos es una sensación desagradable y muy difícil de explicar por los más pequeños. Por lo tanto, es habitual que expresen su malestar con su actitud. Es importante que permanezcamos atentos a si se muestran inquietos, comen mal, se muestran irritables o se tocan a menudo las orejas.
Tratar la fiebre
Si el niño presenta fiebre asociada al dolor de oídos, podemos administrarle algún medicamento con función antipirética y bañarlo en agua tibia para que baje la temperatura. Ponerle ropa ligera ayudará a que se sienta más cómodo.
Precaución con el agua
Si el dolor de oídos está provocado por una otitis que haya supurado, debemos evitar en lo máximo el contacto con el agua. Tomar las mayores precauciones posibles al bañarlo, usar tapones o evitar lavarle la cabeza contribuirá a evitar que se agrave la situación.
Asimismo, es importante que nos acostumbremos a partir de ahora a secar bien las orejas del niño y a controlar los cambios de temperatura y las corrientes de aire. Los resfriados también son un importante factor de riesgo.
Recuerda que para calmar el dolor de oído en niños es imprescindible hacer que se sienta cómodo y bajarle la fiebre. Con un par de días del tratamiento médico prescrito, y teniendo precaución con el contacto con el agua, evolucionará sin problemas.
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