Osteoporosis, qué es y cómo tratarla

A medida que pasan los años, nuestros huesos no son los mismos. Es normal que pierdan un poco de masa y se debiliten, pero a veces esta situación va más allá. La aparición de la osteoporosis puede acabar convirtiéndose en un problema importante para la salud de los huesos de quienes padecen esta enfermedad.

La osteoporosis es una enfermedad que provoca la pérdida de densidad y masa en los huesos, que se hacen mucho más pequeños y, por lo tanto, están más débiles. En consecuencia, una pequeña caída –y, a veces, ni tan sólo esto– puede provocar que se rompan.

Esta enfermedad se manifiesta sobre todo a partir de los  50 años, y especialmente en mujeres. Además, hay que tener en cuenta que muchas veces no da síntomas hasta que no hay una rotura de un hueso. Por lo tanto, se recomienda hacer una densiometría ósea, si hay factores de riesgo.

Con una densiometria ósea se comprueba la densidad mineral de los huesos y se puede comprobar si una persona padece osteoporosis, o tiene tendencia a padecerla en un futuro. De esta manera, se puede controlar mejor los posibles síntomas.

Es importante valorar las personas que pueden tener más posibilidades de padecer esta enfermedad, como quienes poseen antecedentes familiares, mayores o pacientes que toman algunos medicamentos que pueden favorecer la pérdida de masa ósea, como esteroides o algunos tratamientos de quimioterapia. También el hipertiroidismo, el hipotiroidismo y la diabetes pueden considerarse factores de riesgo.

De todos modos, es importante tener en cuenta la relación directa entre menopausia y osteoporosis.  La disminución del nivel de estrógenos que implica este periodo de la vida  de una mujer produce muchas veces una importante y rápida pérdida de masa ósea. Además, la falta de estrógenos hace que el calcio no se absorba de manera adecuada, y resulta fundamental para la formación de los huesos.

Existen diversos tratamientos médicos para la osteoporosis, pero también podemos ayudar a evitar o paliar la osteoporosis siguiendo unas pautas básicas. Asegurar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, tomar el sol para favorecer su asimilación, tener una dieta rica en proteínas, hacer ejercicio físico y evitar malos hábitos como el alcohol o el tabaco nos ayudará a tener los huesos en las mejores condiciones posibles.